Inteligencia Kinestésica

La Inteligencia Kinestésica (IK) ayuda en gran medida a la ejecución de metas y objetivos.

El cuerpo es la parte activa que nos impulsa y dirige para pasar de la intención a la acción.

La IK es la capacidad de unir el cuerpo y la mente.

Este concepto se basa en una concepción integral de la persona, se ocupa de la interacción que se establece entre la conciencia, la emoción, el movimiento y de su mayor validez para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve. Se basa en el cuerpo como construcción.

La inteligencia es considerada con frecuencia, y a veces casi de forma exclusiva, como la capacidad para superar pruebas y exámenes de carácter académico, vinculados principalmente a la memorización de conceptos y a las habilidades con el lenguaje o para resolver problemas matemáticos o científicos. Esta concepción deja de lado otros talentos, aptitudes y habilidades que también son importantes para crecer y desarrollarse en plenitud, y transformar nuestro entorno para conseguir un mayor grado de bienestar.

La inteligencia kinestésica está vinculada con la capacidad para controlar nuestro cuerpo en actividades físicas coordinadas como las prácticas de artes marciales, la danza, la gimnasia, el deporte y las habilidades manuales y/o artísticas, entre otras. A través de la inteligencia kinestésica corporal adquirimos información que, por efecto del movimiento y la vivencia, se convierte en aprendizaje significativo. (VIU)